Prevención y reducción de la generación de aguas residuales

Prevenir la contaminación en lugar de tratar los síntomas. Se debe priorizar el control de la contaminación hídrica y atacar las causas de la contaminación del agua, al identificar las sustancias peligrosas que deban ser prohibidas o reguladas de forma más estricta y brindar capacitación y lineamientos a los usuarios.

Prevención

Utilizar el principio de precaución. No pueden aplazarse las medidas para evitar posibles daños ambientales a causa de sustancias peligrosas por falta de evidencia científica concluyente.

Poner en práctica el principio de «el contaminador paga», según el cual quien contamina debe asumir el costo de las medidas de prevención, control y reducción de la contaminación. Con esta herramienta económica se intenta fomentar y promover aquellas conductas que supongan una presión menor para el medio ambiente.

Utilizar normas y reglamentos realistas. Las normas poco realistas y reglamentos inaplicables pueden causar más daño que su ausencia, porque fomentan una actitud de indiferencia, tanto entre los contaminadores como los administradores.

Encontrar un equilibrio entre las herramientas económicas y las regulatorias. El enfoque normativo de la contaminación hídrica permite a las autoridades ejercer cierto control con respecto a cuáles objetivos ambientales se pueden lograr y cuándo se puede hacer. Su mayor desventaja es la falta de eficiencia económica. Las herramientas económicas incentivan a los contaminadores a cambiar su comportamiento en pos del control de la contaminación y, a la vez, generan ingresos para financiar estas actividades de control.

Aplicar medidas de control de la contaminación en la etapa inicial del proceso. El nivel adecuado será aquel donde se registren las consecuencias más notorias.

Establecer mecanismos de integración transversal. Para coordinar las iniciativas de control de la contaminación hídrica en los sectores del agua, será necesario poner en marcha mecanismos y medidas formales para la cooperación e intercambio de información.

Fomentar un abordaje participativo que involucre a todas las partes interesadas. Esto comprende propiciar instancias de sensibilización sobre la importancia del control de contaminación hídrica con la participación de los formuladores de políticas y la ciudadanía en general.

Brindar acceso libre a la información en materia de contaminación hídrica. Una condición necesaria para la participación es el acceso libre a la información de que disponen las autoridades.

Promover la cooperación internacional en materia de control de la contaminación hídrica. La contaminación hídrica transfronteriza, habitual en los grandes ríos, requiere la cooperación internacional y la coordinación de iniciativas para lograr resultados efectivos.

Además, por medio de la aplicación de los principios de gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH), de la adopción de mejores prácticas en proyectos y programas subsectoriales y de la promoción de una gestión de múltiples actores a todo nivel, se podrán lograr buenos resultados en cuanto al control de la contaminación y también tener una mejor gestión del agua y de las aguas residuales.

CARRITO

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