La reutilización del agua se torna viable y atractiva desde el punto de vista económico cuando permite la recuperación de costos. Esto se logra al tratar las aguas residuales hasta alcanzar un nivel de calidad aceptable para los usuarios. La recuperación de costos por la venta de aguas residuales tratadas para el riego es limitada. Esto se debe al gran número de subsidios que existe para las actividades de riego, especialmente en los países en desarrollo. Las aguas residuales tratadas pueden lograr un precio mayor en la industria, básicamente para lograr una mayor recuperación de costos en lugar de ganancias.
El uso de aguas residuales puede generar fuerte oposición de la ciudadanía por falta de oposición de la ciudadanía por falta de información y confianza con respecto a los posibles riesgos para la salud humana. Las distintas percepciones culturales y religiosas con respecto al agua en general o la utilización de aguas residuales tratadas también constituyen factores importantes. Si bien las inquietudes con respecto a la salud e integridad del publico ha sido siempre por tradición el principal motivo de rechazo para con las aguas residuales a todo esto le sumamos factores culturales y de comportamiento con respecto a algunos usuarios parecieran ser factores determinantes en la actualidad incluso cuando las aguas recuperadas mediante procesos de tratamientos avanzados sean perfectamente seguras. Las consideraciones estéticas del agua recuperada, como el color, olor y sabor, también son fundamentales para obtener la aceptación pública.
Reutilización del agua en la agricultura
La mayor parte de las aguas residuales no tratadas, tratadas y parcialmente tratadas se destinan al riego. Como ejemplo ponemos a Israel que en año 2011 el 40% del agua que se utiliza para el riego provino justamente de aguas residuales
Conclusión
El principal objetivo del tratamiento de aguas residuales es el de garantizar que no existan efectos nocivos a la salud y que pueden involucrar en dichos tratamientos las últimas tecnologías de modo que los resultados obtenidos son muy buenos.
La sensibilización y la educación son las principales herramientas para superar las barreras sociales, culturales y las impuestas por los usuarios, así como también generar confianza entre los usuarios y modificar la percepción pública sobre el uso de aguas residuales. Las diferencias culturales y religiosas siempre que hay entre los usuarios son un punto muy importante al momento de aplicar campañas de concientización y a su vez adaptarse a las necesidades y circunstancias locales.