En la actualidad, muchas empresas de suministros industriales generan aguas residuales como subproducto de sus procesos. Aquí notamos la importancia del tratamiento de aguas residuales, pues es necesario realizarlo para evitar multas y daños al medio ambiente.
No obstante, escoger el tratamiento que mejor le convenga a tu empresa no es tarea fácil. ¿Quieres saber más sobre el tema? En el siguiente artículo, no solo te mostramos 4 tipos de tratamiento de aguas residuales, sino que también te ayudaremos a identificar cuál necesitas.
Tipos de tratamiento de aguas residuales
1. Tratamiento natural de aguas residuales
El tratamiento natural de aguas residuales utiliza procesos como el cribado, la sedimentación y el desnatado para eliminar los sólidos presentes en el agua. Al ser natural, aquí no intervienen productos químicos.
Una de las mejores técnicas de tratamiento natural de aguas residuales que existe es la aireación. Esta consiste en añadir aire al agua para permitir la biodegradación de sus componentes contaminantes. Podemos decir que la aireación es una parte esencial de la mayoría de los sistemas de tratamiento natural de aguas residuales.
Otras personas optan por recurrir a la filtración, un sistema eficaz que se usa para filtrar el agua residual y separar los contaminantes y las partículas insolubles presentes en ella. La grasa que encontramos en la superficie de algunas aguas residuales también se puede eliminar a través de este método.
2. Tratamiento químico de aguas residuales
Como su nombre indica, el tratamiento químico de aguas residuales implica el uso de productos químicos en el agua. Por lo general, se recomienda utilizar agentes oxidantes, como el cloro y el yodo, para matar las bacterias que añaden componentes al agua y la descomponen.
El ozono es otro agente oxidante que purifica las aguas residuales. Con él, se trabaja la neutralización, una técnica en la que se añade un ácido para llevar el agua a su pH natural de 7. Los productos químicos impiden que las bacterias se reproduzcan en el agua, dándonos como resultado un agua más pura.
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3. Tratamiento biológico de aguas residuales
Este tratamiento utiliza varios procesos biológicos para descomponer la materia orgánica presente en las aguas residuales, como el jabón, los residuos humanos, los aceites y los alimentos.
El tratamiento biológico de aguas residuales puede dividirse en tres categorías:
- Procesos aerobios o aeróbicos: Mediante el oxígeno, las bacterias descomponen la materia orgánica y la convierten en dióxido de carbono.
- Procesos anaerobios o anaeróbicos: Aquí los residuos se someten a una temperatura específica con el fin de fermentarlos.
- Compostaje: Este método trata las aguas residuales, mezclándolas con aserrín u otras fuentes de carbono.
4. Tratamiento de lodos residuales
El tratamiento de lodos residuales es una combinación de los tres tratamientos que comentamos previamente. Con la ayuda de procesos químicos, biológicos y naturales o físicos, este método separa los componentes sólidos de los líquidos, purificando el agua.
La deshidratación de lodos procedentes de aguas residuales industriales, o de una planta que trate las mismas, es un gran ejemplo de la implementación de este sistema. Además, cabe resaltar que la centrífuga y el decantador son los dispositivos de separación sólido-líquido que más se usan en este proceso.
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¿Cómo elegir el tratamiento de aguas residuales adecuado?
En realidad, la respuesta a esta pregunta puede variar dependiendo de tu situación. Sin embargo, a la hora de escoger un tratamiento de aguas residuales, siempre debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
Propósito y objetivo
El objetivo principal del tratamiento de aguas residuales es minimizar el volumen, la toxicidad y los residuos del mismo, pues la descarga final puede suponer un costo y responsabilidad importantes. Si entiendes el propósito de tu proyecto antes de escoger algún método, el proceso de selección será más sencillo.
Gastos de capital
Muchas personas optan por tecnologías de bajo costo, mientras que otros se inclinan por los equipos más caros. Es crucial recordar que el tratamiento adecuado no siempre será el más costoso, y no invertir tanto dinero en él tampoco significa que será menos rentable. Cada tipo de tratamiento cumple una función, solo debes reconocer las necesidades de tu empresa y usar el más conveniente acorde a ellas.
Resultados de estudios de tratabilidad
Los estudios de tratabilidad son pruebas rentables a pequeña escala. Estas se realizan en un laboratorio, y pueden aportar información valiosa sobre el rendimiento del tratamiento que escojas para tu planta. Te recomendamos poner a prueba los procesos que quieras implementar, de esta forma los resultados te permitirán escoger el sistema más adecuado.
Ahora que conoces los diferentes tipos de sistemas de tratamiento de aguas residuales que existen, cuáles son sus funciones y cómo te beneficiarán, podrás analizar la situación de tu empresa y escoger la que más te convenga. ¡Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad!
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